Según los datos que manejan las compañías de seguros, más de la mitad de los españoles cuentan con un seguro de decesos. Y es que, desde hace décadas, no solo ha sido el producto asegurador más popular entre los consumidores sino que para muchas personas ha sido el único seguro contratado.
Aspectos culturales y el hecho de que más tarde o temprano tengamos que usarlo han sido los elementos fundamentales de su éxito que han llevado a que en 2020 las entidades aseguradoras hayan facturado en este ramo más de 2.000 millones de euros.
Contar con una póliza de decesos va más allá de la prestación de un servicio en un momento muy delicado para las familias, también facilita y resuelve en muchos casos los aspectos burocráticos y prácticos que surgen con el fallecimiento de un ser querido.
A lo largo de estos años hemos visto como estos seguros han ido incorporando servicios y coberturas con la intención de adaptarse a las nuevas necesidades de los asegurados y dando respuesta a sus demandas como la asistencia psicológica para los familiares, la gestión de los trámites de testamentaría o el borrado de la vida digital del fallecido.
Tendencia del mercado funerario
Como cualquier otro ramo, el de decesos no se escapa a la digitalización que poco a poco se va imponiendo pero también tenemos que hablar, en cuanto a tendencias, del aumento exponencial de las incineraciones y que sitúa a España a la cabeza de Europa en número de hornos crematorios y que es superior a la suma de Francia y Alemania juntos.
En esta línea, también cabe destacar el retroceso de las ceremonias religiosas frente a las laicas y la importancia que los asegurados conceden al impacto ecológico. Así mismo la presencia de personas de orígenes y religiones diversas en España hace que vaya en aumento las peticiones de traslado de cuerpos a los países de origen y la celebración de ceremonias de toda índole y que también se ven recogidas en las pólizas de decesos actuales
Una ceremonia presencial
Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería se han convertido en el medio por excelencia de hacer llegar el pésame a los familiares, de forma que un 74% de las personas recurren a WhatsApp y otros servicios similares para expresar sus condolencias a la familia de difunto.
Por otro lado la pandemia nos ha obligado a cambiar la asistencia presencial a los sepelios, aunque todo parece indicar que poco a poco las personas están recuperando este hábito.